Mgtr. en Violencia Doméstica y de Género, teólogo y comunicador
La
Cámara de Representantes dio un gran paso en la lucha contra la mutilación
genital femenina en Colombia al aprobar en segundo debate el proyecto de Ley
018 de 2024, iniciativa impulsada por las congresistas Alexandra Vásquez,
Jennifer Pedraza y Carolina Giraldo. Este proyecto busca prevenir, atender y
erradicar esta práctica, que sigue vigente en el país, especialmente en
comunidades indígenas como la Emberá.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica la MGF en cuatro tipos principales:
Tipo 2 (Escisión): Extirpación del clítoris y los labios menores, con o sin extirpación de los labios mayores.
Tipo 3 (Infibulación): Estrechamiento de la abertura vaginal mediante el corte y la recolocación de los labios menores o mayores, a veces con extirpación del clítoris.
Tipo 4: Todos los demás procedimientos lesivos de los genitales femeninos con fines no médicos, como la punción, la perforación, la incisión, el raspado y la cauterización.
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La AGF tiene raíces profundas en diversas culturas y se practica principalmente en países de África, Oriente Medio y algunas regiones de Asia. Aunque sus orígenes exactos son inciertos, aunque se han encontrado evidencias de MGF en momias egipcias y en otras culturas antiguas. En Colombia la práctica más conocida se da en la comunidad indígena de los Emberá.
Riesgos asociados a la ablación genital femenina
Los riesgos de la AGF son numerosos y pueden clasificarse en inmediatos y a largo plazo:
Inmediatos
Dolor
intenso, hemorragias, infecciones, retención de orina y, en casos extremos, la
muerte.
A largo plazo
Problemas urinarios, quistes, infecciones recurrentes, complicaciones en el parto y trastornos psicológicos como depresión y ansiedad.
Estadísticas y datos relevantes
Se
estima que al menos 230 millones de niñas y mujeres en 31 países han sido
sometidas a la AGF. A pesar de los esfuerzos globales, la prevalencia sigue
siendo alta en algunos países. Por ejemplo, en Guinea y Somalia, más del 90% de
las mujeres y niñas de entre 15 y 49 años han sufrido algún tipo de ablación
genital.
Estrategias para erradicar la práctica
Sin duda, alguna, la erradicación de la AGF requiere un enfoque multidimensional:
Educación y sensibilización
Informar
a las comunidades sobre los riesgos y consecuencias de la AGF.
Legislación
Implementar
y hacer cumplir leyes que prohíban la práctica.
Empoderamiento de las mujeres
Promover
la igualdad de género y fortalecer el rol de la mujer en la toma de decisiones.
Participación comunitaria
involucrar
a líderes comunitarios y religiosos en la lucha contra la AGF.
Atención sanitaria
Proporcionar
servicios de salud adecuados para las sobrevivientes y prevenir nuevos casos.
Países que han combatido eficazmente la ablación genital femenina
Kenia: ha
implementado leyes estrictas y programas educativos, reduciendo la prevalencia
de la AGF en varias regiones.
Egipto: aunque la práctica sigue siendo común, las campañas de sensibilización y las reformas legales han comenzado a mostrar resultados positivos.
Etiopía: la oposición masculina a la AGF ha aumentado al 87%, reflejando un cambio en las actitudes sociales.
España: A pesar de los esfuerzos, la MGF sigue siendo una preocupación en este país. Se estima que cerca de 70,000 mujeres procedentes de países donde se practica la MGF residen en España, de las cuales más de 18,000 son menores de 14 años. Esto subraya la necesidad de continuar con las estrategias de prevención y apoyo a las comunidades afectadas. España ha adoptado un enfoque integral para combatir la mutilación genital femenina, combinando legislación, protocolos sanitarios y campañas de sensibilización.
La colaboración entre el gobierno, las comunidades autónomas y las organizaciones no gubernamentales es esencial para avanzar hacia la erradicación de esta práctica y garantizar la protección de los derechos de las niñas y mujeres.
En Colombia, la AGF se ha identificado principalmente en la comunidad indígena Emberá, donde es conocida como “curación” o “corte de callo”. En 2024, se reportaron 54 casos, concentrados en departamentos como Risaralda, Chocó y Quindío. Sin embargo, estas cifras pueden no reflejar la totalidad de los casos debido a la falta de denuncias y el temor al estigma social.
Lideresas indígenas, como Francia Elena Giraldo, han trabajado incansablemente para erradicar esta práctica, enfatizando la necesidad de educación y diálogo intercultural. Colombia acaba de aprobar en segundo debate el proyecto de Ley 018 de 2024, iniciativa impulsada por las congresistas Alexandra Vásquez, Jennifer Pedraza y Carolina Giraldo
Conclusión
La ablación genital femenina es una práctica que atenta contra la dignidad, salud y derechos de millones de niñas y mujeres en el mundo. Su erradicación no solo es una cuestión de salud pública, sino también de justicia social y equidad de género. Es imperativo que gobiernos, comunidades y organizaciones trabajen de la mano para abolir esta tradición nociva y garantizar un futuro donde todas las mujeres puedan vivir libres de violencia y con pleno control sobre sus cuerpos. Como bien señala UNICEF: “Independientemente de dónde o de cómo se practique, la mutilación genital femenina genera daños físicos y psicológicos extremos”.
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