DE LA AGRESIVIDAD AL BUEN TRATO !CUESTIÓN DE DIGNIDAD!

Por Luis Daniel Londoño Silva
Mgtr. en Violencia Doméstica y de Género, teólogo católico, escritor y comunicador.

El trato a los demás es un acto fundamental que no solo refleja quiénes somos, sino también lo que somos capaces de construir en el otro. El buen trato es una forma de dignificar a cada ser humano, mientras que el mal trato, por el contrario, deja marcas profundas y difíciles de sanar. Vivimos en un mundo donde la agresividad y el desprecio parecen ser cada vez más comunes, pero es necesario detenernos y reflexionar sobre las consecuencias de esta forma de relacionarnos.

Es demasiado incómodo apreciar a los que tienen cargos de poder, abusar de su dignidad para insultar, descalificar y someter. Es lamentable que el único argumento para tratar al otro sea el mal trato.

¿Por qué algunas personas se tornan agresivas en su trato hacia los demás? ¿Qué lleva a ver a otro ser humano como un rival y no como un compañero de vida? ¿Por qué no se respeta el que piensa diferente? A lo largo de este ensayo, exploraremos las ventajas de un buen trato y las consecuencias de un mal trato, con el fin de entender cómo podemos ser agentes de cambio en nuestras relaciones interpersonales.

1.   LAS VENTAJAS DEL BUEN TRATO

Fortalece las relaciones humanas

El buen trato es un motor de confianza. Según el psicólogo Daniel Goleman, la empatía y la amabilidad son ingredientes esenciales para crear un ambiente de armonía y cooperación. Las personas que se tratan con respeto y consideración construyen vínculos más sólidos, que a su vez promueven un entorno positivo tanto en lo personal como en lo profesional. Tratar al otro con cortesía y atención, lejos de ser una muestra de debilidad, es un reflejo de fortaleza emocional, es cuestión de dignidad.

 Fomenta la autoestima

Cuando recibimos un buen trato, nuestra autoestima crece. La psicóloga Laura Rojas, en su libro La autoestima, señala que el reconocimiento y la validación en nuestras relaciones son clave para fortalecer la imagen que tenemos de nosotros mismos. Sentirse respetado y apreciado permite que el individuo se vea como digno de amor y afecto, lo cual nutre su bienestar emocional y psicológico.

Genera un ambiente de paz y respeto

El buen trato produce un clima de paz en el que las diferencias se pueden resolver de manera constructiva. El sociólogo Manuel Cuenca Cabeza en La cultura de la paz nos dice que la manera en que nos relacionamos determina la cohesión social. Un trato respetuoso y comprensivo evita conflictos innecesarios y promueve una convivencia armónica.

Establece un modelo de conducta para los demás

Cuando somos personas amables y compasivas, inspiramos a otros a seguir nuestro ejemplo. En la obra La pedagogía del amor de Francisco Gutiérrez, se destaca que los educadores y adultos tienen el poder de influir en las generaciones futuras a través del modelo de trato que ofrecen. Ser testigos de buenas relaciones interpersonales nos invita a replicarlas, estableciendo así una cultura de respeto y afecto en la sociedad.

Promueve la resiliencia emocional

El buen trato nos da herramientas para sobrellevar las adversidades de manera más saludable. En su obra El poder de la resiliencia, la psicóloga Linda Graham subraya cómo las interacciones saludables y la empatía refuerzan nuestra capacidad de superar obstáculos. Un trato amable y respetuoso crea un entorno emocionalmente seguro en el que se puede crecer incluso ante las dificultades.

2.   LAS DESVENTAJAS DEL MAL TRATO

Crea barreras emocionales

El mal trato establece distancias entre las personas. En lugar de fomentar la comprensión, crea recelo y desconfianza. Las relaciones se vuelven superficiales y frágiles, lo que incrementa el aislamiento y la alienación emocional. En una persona con poder esto una mayor repercusión.

Afecta la salud mental y física

La agresividad y el abuso constante pueden generar ansiedad, depresión y estrés. La psicóloga María Jesús Álava Reyes, en su obra La inutilidad del sufrimiento, nos recuerda que los ambientes tóxicos tienen efectos devastadores sobre la salud. Los maltratos no solo perjudican el bienestar psicológico, sino también el físico, a través de problemas como la hipertensión o trastornos del sueño.

Perpetúa la violencia

El mal trato es un ciclo que tiende a repetirse. Las personas que han sido maltratadas a menudo replican esa conducta con los demás, creando una cadena de violencia que se perpetúa a lo largo del tiempo. En El ciclo de la violencia, el sociólogo Víctor Hugo Rodríguez explica cómo las víctimas de abuso tienden a convertirse en agresores, perpetuando el dolor de generación en generación.

Destruye la autoestima

Las críticas destructivas, el menosprecio y la indiferencia erosionan la percepción que tenemos de nosotros mismos. En su libro El miedo a la vida, la psicóloga Miriam Subirana señala cómo el mal trato hace que la persona pierda su sentido de valía, dejándola vulnerable al rechazo y la desesperanza.

Genera un ambiente de conflicto constante

El mal trato es el caldo de cultivo para el conflicto. Según el psicólogo Thomas Gordon, los tratos abusivos no solo generan hostilidad, sino que también dificultan la resolución de problemas. Cuando las relaciones están basadas en el desprecio o el abuso, las soluciones constructivas se vuelven imposibles, y el ambiente se satura de tensión. Esto lo podemos constatar con algunos personajes que ostentan cargos de alto poder.

3.   CÓMO SER PREGONEROS DEL BUEN TRATO

Convertirse en pregoneros del buen trato no requiere de grandes gestos, sino de pequeñas acciones cotidianas que marquen la diferencia. Es necesario ser conscientes de cómo nuestras palabras y actitudes afectan a los demás. Escuchar activamente, ofrecer palabras de aliento y evitar la crítica destructiva son maneras simples pero poderosas de promover el respeto mutuo. También, cultivar la paciencia y la empatía nos permite ponernos en el lugar del otro, haciendo que nuestras interacciones sean más humanas y enriquecedoras.

El buen trato no solo tiene beneficios inmediatos en nuestras relaciones, sino que también contribuye al bienestar global de la sociedad. A través del respeto, la empatía y la consideración, podemos construir un entorno donde la dignidad humana sea una prioridad. 

El mal trato, por otro lado, genera consecuencias devastadoras, alimentando un ciclo de violencia, desconfianza y sufrimiento. Como seres humanos, tenemos la responsabilidad de elegir cómo tratamos a los demás y, por lo tanto, de contribuir a una cultura de paz, compasión y dignidad. Si todos tomamos conciencia de esto y practicamos un trato amable, podremos transformar nuestras relaciones y, eventualmente, la sociedad misma.

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5 Comentarios

  1. El buen trato comienza dentro. Una persona que se valora, que se respeta, que reconoce su dignidad, es capaz de mirar al otro con empatía, con amabilidad, sin necesidad de humillar, juzgar o herir.

    La autoestima no es soberbia ni egoísmo. Es saber que mereces lo mejor, y por eso también deseas lo mejor para otros. Es reconocer tus errores sin destruirte, es celebrar tus logros sin menospreciar a los demás.

    El buen trato no es un lujo, es una necesidad humana. Todos estamos llamados a construir ambientes donde se respire respeto, donde la palabra edifique, donde la mirada sea.auténtica e inspire amor y confianza.

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    1. Este es un gran comentario que sin duda, ayuda a complementar la reflexión y profundización en el tema. Nos corresponde ser pregoneros de este buen trato donde quiera que nos encontremos. Un abrazo. Bendiciones.

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  2. El buen trato, debe comenzar con los niños, Enel hogar, en todo nuestro entorno, ellos deben ser la semilla que ha de germinar y así tener un mundo lleno de amor

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Tu comentario ayuda a profundizar la reflexión y el análisis. Muchas gracias.